PIRAMIDE DE MASLOW
La pirámide de Maslow es
una teoría de motivación que trata de explicar qué impulsa la conducta humana.
La pirámide consta de cinco niveles que están ordenados jerárquicamente según
las necesidades humanas que atraviesan todas las personas.
En el nivel más bajo de la pirámide
se encuentran nuestras necesidades más básicas, como alimentarse o respirar.
Cuando satisfacemos esas necesidades básicas, estamos rellenando la base de la
pirámide, y solo al cubrir esas necesidades podemos subir al siguiente nivel,
donde se encuentran las necesidades superiores.
El nombre de la pirámide se debe a su
autor, el psicólogo humanista norteamericano Abraham Maslow (1908-1970), que en
la primera mitad del siglo XX formuló en su obra “Una teoría sobre la
motivación humana” (A Theory of Human Motivation) la teoría de la pirámide de
Maslow, una de las teorías de motivación más conocidas.
La teoría de la pirámide de las
necesidades de Maslow explica de forma visual el comportamiento humano según
nuestras necesidades. En la base de la pirámide aparecen nuestras necesidades
fisiológicas, que todos los humanos necesitamos cubrir en primera instancia.
Una vez cubiertas estas necesidades, buscamos satisfacer nuestras necesidades
inmediatamente superiores, pero no se puede llegar a un escalón superior si no
hemos cubierto antes los inferiores, o lo que es lo mismo, según vamos
satisfaciendo nuestras necesidades más básicas, desarrollamos necesidades y
deseos más elevados.
Necesidades básicas o fisiológicas:
Son las
únicas inherentes en toda persona, básicas para la supervivencia del individuo.
Respirar, alimentarse, hidratarse, vestirse, sexo, etc.
Necesidades de seguridad:
Se busca
crear y mantener una situación de orden y seguridad en la vida. Una seguridad
física (salud), económica (ingresos), necesidad de vivienda, etc.
Necesidades sociales:
Implican el
sentimiento de pertenencia a un grupo social, familia, amigos, pareja,
compañeros del trabajo, etc.
Necesidades de estima o reconocimiento:
Son las
necesidades de reconocimiento como la confianza, la independencia personal, la
reputación o las metas financieras.
Necesidades de autorrealización:
Este quinto
nivel y el más alto solo puede ser satisfecho una vez todas las demás
necesidades han sido suficientemente alcanzadas. Es la sensación de haber
llegado al éxito personal.
Esta teoría
es muy utilizada actualmente. Uno de los campos donde más se analiza y estudia
la pirámide de Maslow es en el marketing. Las empresas adecuan su producto, su
mensaje y su comunicación al escalón de necesidad que cree que pueden cubrir y
satisfacer.
Mientras que
algunas escuelas existentes a mediados del siglo XX (el psicoanálisis o el conductismo) se centraban
en conductas problemáticas y en el aprendizaje desde un ser pasivo y sin
demasiadas opciones de influir en el entorno más de lo que este influye en él,
Maslow estaba más preocupado en aprender sobre qué hace a la gente más feliz y
lo que se puede hacer para mejorar el desarrollo personal y la
autorrealización.
Como humanista, su
idea era que las personas tienen un deseo innato para autor realizarse, para
ser lo que quieran ser, y que cuentan con la capacidad para perseguir sus
objetivos de manera autónoma si se encuentran en un ambiente propicio. Sin
embargo, los diferentes objetivos que se persiguen en cada momento dependen de
qué meta se han conseguido y cuáles quedan por cumplir, según la pirámide de
necesidades. Para aspirar a las metas de autorrealización, antes han de
cubrirse las necesidades anteriores como la alimentación, la seguridad, etc.
Por ejemplo, solo nos preocupamos de temas relacionados con la autorrealización
si estamos seguros que tenemos un trabajo estable, comida asegurada y unas
amistades que nos aceptan.
En la Pirámide de
Maslow, desde las necesidades más básicas hasta las necesidades más complejas,
esta jerarquía está compuesta por cinco niveles. Las necesidades básicas se
ubican en la base de la pirámide, mientras que las necesidades más complejas se
encuentran en la parte alta.
Así pues, las
cinco categorías de necesidades de la Pirámide de Maslow son: fisiológicas, de
seguridad, de afiliación, de reconocimiento y de autorrealización; siendo las
necesidades fisiológicas las de más bajo nivel, y subiendo niveles en el orden
indicado.
Críticas a la
Pirámide de Maslow
Pese a
que algunas investigaciones dan soporte a la teoría de Abraham Maslow, la
mayoría de los datos recopilados en muchas investigaciones no parecen ir en la
misma línea que la pirámide de Maslow. Por ejemplo, Wahba y Bridwell (1986)
concluyen que hay poca evidencia para demostrar la jerarquía postulada por
Maslow, a pesar de que aún hoy en día es muy popular.
Además,
la Pirámide de Maslow también ha recibido críticas por ser difícil de probar su
concepto de autorrealización, ya que es muy abstracto. A fin de cuentas, en
ciencia es necesario especificar muy bien el significado de las palabras y
proponer unas implicaciones "operacionales" de ellas, y si un
concepto deja mucho margen para la interpretación, no es posible realizar
investigaciones orientadas a estudiar lo mismo, ni extraer conclusiones claras.
Muchos de los conceptos y categorías descritas en la pirámide de las
necesidades de Maslow son demasiado ambiguas como para poder ser estudiadas
científicamente.
En un
estudio publicado en 2011, investigadores de la Universidad de Illinois
pusieron a prueba la pirámide de Maslow y descubrieron que la satisfacción de
las necesidades de la pirámide correlacionaba con la felicidad de la persona.
Pero esta investigación, al contrario que la teoría de Maslow, concluyó que las
necesidades de reconocimiento y autorrealización también eran importantes pese
a que no estuvieran cubiertas las necesidades más básicas. Por lo tanto,
cuestionaba la secuencialidad que Maslow propuso en su teoría: no hacía falta
tener cumplidas necesidades básicas para aspirar a alcanzar los objetivos
relacionados con las necesidades más refinadas.
Por otro
lado, la investigación de Maslow estaba basada en una muestra de individuos muy
pequeña y, por lo tanto, poco representativa. La crítica a su metodología hace
referencia a que él mismo eligió a las personas que consideraba autor
realizadas, tras leer sobre ellos o hablar con ellos y llegar a conclusiones
acerca de lo que es la autorrealización. De hecho, las personas a las que
Maslow entrevistó a la hora de realizar su pirámide de necesidades difícilmente
pueden representar a la mayoría de la población humana, ya que eran personas
pertenecientes a la cultura occidental, ricas o muy influyentes. Algunas de las
personas a las que investigó son Albert
Einstein o Eleanor Roosvelt. La pirámide de Maslow fue creada a partir del
estudio de los casos excepcionales, más que de lo que resulta normal en las
poblaciones humanas.
La relevancia y el legado
de esta teoría
Independientemente
de estas críticas, la pirámide de Maslow representa un aporte importante en un
cambio de visión dentro de la psicología y contribuyó a establecer una tercera
fuerza dentro de la profesión (las otras dos fuerzas principales eran el
psicoanálisis y el conductismo). Su enfoque con respecto a la psicología y de
la vida en general inspira entusiasmo, ya no parte del supuesto de que las
personas son seres pasivos, ni se centra en las conductas patológicas. El
estudio de las motivaciones y de los patrones de conducta no vinculados a los
trastornos mentales llegó a ser una muestra de que la psicología no tiene por
qué limitarse a la salud mental.
Por otro
lado, los trabajos de Maslow fueron un primer intento de estudiar algo de suma
importancia: el bien común, esos elementos contextuales que son prioritarios
para todas las personas. Si la necesidad de tener acceso a alimentos es uno de
los aspectos más importantes para las personas, es posible proponer modelos de
gestión de los espacios que tengan en cuenta este principio.
Además,
la pirámide de Maslow ha tenido una gran repercusión no solamente en la
psicología, sino que también ha sido importante en el mundo empresarial
(especialmente en el marketing, pero también en el mundo de los Recursos
Humanos) o en el deporte, por ejemplo. El hecho de que establezca una jerarquía
de necesidades aporta una manera fácil e intuitiva de establecer planes para
motivar y para generar productos atractivos dependiendo del tipo de personas
sobre las que se pretenda influir.
La
Psicología científica actual debe seguir investigando sobre qué es aquello que
nos motiva y nos lleva a aspirar a objetivos, y puede que la pirámide de Maslow
no sea un constructo que permita explicar bien cómo actuamos, pero por lo menos
es un primer ladrillo en este tipo de estudios y puede ser utilizado como
referencia. Eso sí, hace falta seguir trabajando para generar conceptos
concretos que se presten a la investigación científica, más allá de la
apelación a ideas vagas que pueden significar cosas diferentes para cada
individuo.
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